Todos sabemos que el hábito de la lectura es un gran estímulo a la creatividad, imaginación, inteligencia y a la capacidad verbal y de concentración de los niños.
Somos conscientes de que los libros deberían estar presentes en el día a día de los niños, del mismo modo que sus juguetes, por ello, es conveniente destinar tanto en casa como en la escuela infantil, un espacio apropiado para los libros. Este puede variar desde una biblioteca a una simple repisa. Lo importante es que los pequeños adviertan que estos huéspedes ilustres tienen su propio sitio en el hogar.
Además, si encima los padres y las madres comparten el momento de lectura de un libro con los hijos estarán estableciendo un lazo especial entre ambas partes.
El interés por la lectura se debe inculcar a un bebé desde el nacimiento y tratar que se convierta en un hábito. Es fundamental para los niños que aprendan a buscar conocimientos mediante la lectura desde la más temprana edad. Deben oír historias lo antes posible y es recomendable seguir una rutina con la lectura, al igual que la seguimos con otras acciones del día a día, como es el baño, la hora de irse a la cama, etc.
No es necesario esperar a que un niño lea para que él pueda tener contacto con los libros, ya que hay libros para todas las edades: libros de imágenes, para que los padres vayan indicando el nombre de cada imagen y haciendo que el bebé lo repita, libros de vocabulario, libros de texto e ilustraciones…Ya desde que nacen, el contacto con los libros promueve la denominada “lectura emergente”, en varias fases.
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A cualquier edad
· Antes de los 2 años la lectura emergente significa la toma de contacto con el texto impreso, comenzando por diferenciar dibujos y objetos de las grafías, conocer que ambos se relacionan entre sí, y más adelante empezar a conocer la estructura de las historias narradas, que contienen principio, desarrollo y final.
· A partir de los 2 años, el niño deja de ser prelingüístico, por lo que esta lectura emergente se dirige ahora hacia el progreso del lenguaje y al enriquecimiento de su vocabulario. Con ello se va formando los cimientos para el posterior desarrollo de la lectura.
· A partir de los 3 años, empezará, a su vez, la interpretación de que esos pequeños trazados son las letras. A partir de este momento se abre un camino de infinitas posibilidades para el desarrollo de la persona.
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¿Cuáles son los beneficios de la lectura en los niños?
Incalculables. La lectura lleva al niño a querer leer, a buscar, a adentrarse en un mundo fantástico, aumenta su habilidad de escuchar y desarrolla su sentido crítico, entre otros muchos beneficios. Aparte de esto el niño aprende valores comunes: el de ser un niño bueno, toma conciencia de sí mismo y le ayuda a relacionarse mejor socialmente.
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En las escuelas infantiles Kidsco
En todas nuestras escuelas hemos habilitado bibliotecas con distintos tipos de libros adaptados a todas las edades que permiten su utilización diaria y enriquecen los contenidos y métodos pedagógicos utilizados en el aula.
¡¡¡¡ÁNIMO!!!!Y…..A DISFRUTAR DE LA LECTURA
“La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), con motivo del Día Internacional del Libro, ha recordado que promocionar el hábito de la lectura desde edades tempranas influye no sólo en la capacidad lectora sino en el desarrollo integral del niño o niña.”