El objetivo de estas relaciones es la colaboración entre la familia y la Escuela. Podemos decir que son variadas las razones que explican dicha colaboración, entre ellas, destacamos:
- Por exigencia misma del aprendizaje. El aprendizaje del niño pequeño se halla estrechamente vinculado a las experiencias y vivencias del hogar. El Centro de Educación Infantil enfrenta al niño con saberes organizados cuya significación ha de estar conectada con las vivencias del hogar. De ahí que el quehacer educativo del Centro debe ser una continuidad del hogar, sobre todo en el Primer Ciclo de Educación Infantil.
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Porque cuanto mas pequeño es el niño. mas necesario es que se complementen las acciones educativas de los padres y maestros; aquellos porque acaso no sean capaces de aportar los saberes, hábitos y actitudes que la incorporación a la enseñanza sistemática requiere; éstos porque alcanzaran mas eficacia
de sus actividades si las conectan con las experiencias que provienen del hogar.
- La investigación sobre el desarrollo de programas de Educación Infantil ha puesto de manifiesto que los resultados de estos programas son más satisfactorios cuando se implica a los padres en el Proyecto Educativo del Centro. Los educadores conceden un gran valor a las relaciones y colaboración con los padres. Aunque se quejan con frecuencia del escaso interés mostrado por los padres cuando tratan de conseguir su colaboración: no acuden a las citas y reuniones, no participan en actividades. Pero por otra parte, son muchos los padres que manifiestan su preocupación por ayudar a sus hijos en sus tareas, o por colaborar con la escuela, y declaran no saber cómo hacerlo. En este aspecto, resulta evidente que la Escuela tiene una gran responsabilidad y, aunque no resulte fácil, debe encontrar fórmulas atractivas que faciliten y estimulen la colaboración entre familia y Escuela.
Los ámbitos de colaboración directa de los padres en las actividades del Centro son:
- Participación en los órganos de gestión escolar.
- El intercambio de información. Es la colaboración más sencilla y básica que pueden prestar los padres y se suele realizar mediante encuentros planificados, como por ejemplo en reuniones trimestrales donde se intercambie información de la evolución del niño/a y de los futuros aprendizajes que éste tendrá, de esta forma se facilitará la continuidad de la educación en ambos contextos (familia y escuela).
- Participación directa en actividades del centro. Puede ser una colaboración esporádica, informal (fiestas, actividades extraescolares...) o sistemática y comprometida (colaboración regular en actividades de aula, talleres, servicios del Centro).
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La colaboración en la evaluación educativa del niño, especialmente al incorporarse por primera vez un niño a un Centro de Educación Infantil, el maestro/a debe recoger, en la evaluación inicial, los datos
médicos, psicológicos, pedagógicos y sociales que le proporcionen los padres.
Por último es importante también saber que esta relación del profesor/a con el padre o madre del niño/a es en un ámbito profesional y nunca debe sobrepasar al terreno personal ya que esto no favorecerá nada a la educación del niño/a. El objetivo común que tienen ambos siempre será la educación y el buen desarrollo del niño/a.